sábado, 11 de enero de 2014

YA VALIO

Es justo a los 37 cuando comienzo a percibir todo distinto, las personas, los lugares, las situaciones, las actitudes… empezando por lo que siempre creí conocer, como mis amigos mas cercanos que gracias a las redes sociales y a la globalización en la que vivimos, estar emocionalmente cerca es mucho más fácil que hace años, que se tenía que esperar la llegada diaria del cartero para saber si ese día teníamos la fortuna de recibir noticias por escrito de un ser querido.

Al platicar esto de un caso muy específico con un amiga y su esposo, me comentan que no es que el mundo a mi alrededor haya cambiado sino que fui yo la que cambió, que lo demás siempre ha sido igual, solo que yo lo percibía distinto.

Fui de vacaciones de invierno a Mexicali y sentí la ciudad diferente, a pesar que tan solo cuatro meses antes había estado de visita.

Las calles, los comercios… me resultaban con cambio…

El problema fue cuando a mis amigos mas allegados los sentí distintos…

¿Será que si soy yo la que cambió y que no me he percatado del asunto?... ¿Es acaso que la edad está haciendo estragos hasta en mi percepción y no solo en mi metabolisbo y piel?



GRITO DE TERROR




Si justo así, es como siento al percatarme de todo esto, si a los 32 me empezó la edad de los nunca, que horror los 37 en que me cambió el mundo… #chale.

Lo peor del asunto es que ahora, además de cuidar como percibo el entorno, debo maquillarme todos los días para cuidar como el entorno me percibe a mi, pues a los cachetes tengo que sumarle la edad y las ojeras, que antes las justificaban con “ay como estudia la niña”, pero ahora no, con un “ay como trabajas” no solucionas el hecho de la mala imagen pública.

El asunto es que no soy de mucho maquillaje… OH POBRE DE MI, porque mas que aplicar los cosméticos en el rostro, lo que me causa pereza es quitarlos tras un día entero de traerlos puestos.

He de confesar que el arte de delineador líquido párpado superior-delineador lápiz párpado inferior-cuchara en pestañas-rimel no me lleva tanto tiempo, puedo hacerlo perfecto en 10 minutotes, pero si se me pasó la mano con el bloqueador, tengo que usar corrector por fuerza.

Que dicho sea de paso, si se me pasa la mano con el bloqueador con ácido hialurónico  que ahora uso en lugar de humectante (bajo estricta prescripción de mi dermatóloga, es un MA-RA-VI-LLA) se me mete al ojo y no dejo de llorar en toda la tarde, porque además de vieja, cansa, ojerosa… termino llorando TODO EL DIA.


El caso es que, tras esta exhaustiva reflexión me doy cuenta, en efecto, que ya valió.