Hoy fue día de hijas

Hoy me dio mucho gusto ver a dos amigos que son padres amorosos y orgullosos de pequeñas mujeres, que no sólo son las autenticas dueñas de sus quincenas sino que también son inteligentes y me regalan historias maravillosas.

A uno de mis amigos lo encontré por casualidad en Polanco, él esperaba un taxi y yo un lugar de estacionamiento, ya harta de que hubiera pasado una hora y no lograba mi objetivo, decidí acompañar a este padre de familia por sus hijas.

En el camino me platicó de sus bellas princesas, inteligentes las dos pero con intereses distintos, la mayor es idéntica a el en forma de ser, se preocupa por el fondo, el ser, el como se siente y piensa.

La menor que es la que me hace reír mucho con lo que dice, se llama Amalia. En una ocasión su papá le explicó que debía mudarse, ella sólo se limitó a preguntar “¿en dónde vas a vivir papá?”, como implicando que no cualquier colonia es buena para hacerlo.

Ahora que un planteamiento de cambio de empleo se presenta, mi amigo me comenta de lo mas divertido, que la nena sólo se limitará a preguntar “¿y te van a pagar mas?”… bueno, la amo, por saber que es lo importante en la vida :p.

La hija de mi otro amigo, es Ximena, quien sabe perfectamente como hablar con su padre, quien se encarga al 100% de ella.

La hermosa Ximena está por cumplir 13 años y le ha solicitado a su progenitor que le organice una fiesta con tema de la película “Crepúsculo”, esta vida de vampiros, extraña pero que está muy MUY de moda entre los adolescentes.

Sólo que la cumpleañera en cuestión, hizo una pequeña anotación… va aquí el diálogo, que sostuvo con su padre:

Ximena: Oye papá, ¿y… tu tienes que estar en la fiesta?
Papá: ¿Cómo?.. si… ¿no?...
Ximena: ¿No te podrías ir y regresar después?
Papá: ¿y a dónde me voy?
Ximena: Al cine… no sé… y luego regresas
Papá: (compungido) Bueno

LA AMÉ…

Los famosos Chupacabras

Finalmente, después de 6 años de vivir en el DF y gracias a la visita de mi amigo Joaquín Vázquez fue que conocí los famosísimos Tacos Chupacabras.

Como antecedente les contaré que Joaquín fue mi maestro de Ciencias de la Educación en la universidad.

Con el paso del tiempo nos hicimos amigos. Descubrí en el un humor negro y ácido maravilloso.

El, sigue dando clases en la Autónona de Baja California y de vez en cuando lo mandan al DF, y son esas las oportunidades que tengo de verlo, cenar juntos y “echar chal” de lo mas lindo.

En esta ocasión se hospedo al sur de la ciudad y averiguó que ahí cerca estaban unos tacos “bien buenos”, debajo de un puente.

Se que el panorama suena tétrico, pero el puente en cuestión, es un paso a desnivel de Río Churubusco, que cruza entre Coyoacán y la colonia Del Valle, que en resumidas cuentas no es un área fea.

Llegamos, para enterarnos que de lo único que sirven tacos es de bistec, cecina –que ni parece cecina- y longaniza, ¡aaaaaaaah y por supuesto los chupacabras!, Que no es nada mas que la combinación de las tres opciones enlistadas.

Tienen buen ver y saben bastante decentes, pero no puedo dejar de documentar el bonito letrero que los taqueros tienen en su puestecito.

Además de la cara de gran gusto de mi amigo Joaquín al ingerirlos. En lo personal, soy de estomago delicado y no me cayeron del todo bien, pero yo no puedo ser referencia, así que si se animan… ahí está la muestra.

Yo, prefiero los de El Califa de La Condesa o los riquísimos Tacos de los Hermanos Nery en Bucareli y Donato Guerra… ¿vamos?.

Uno de mis traumas infantiles

Si, solamente uno, los demás… después y de a uno por uno. De niña, no había nada que yo anhelara mas que una Barbie, deseaba tener, no una... muchas, TODAS si era posible.

Mi madre, no compartía mi interés por la muñeca estadounidense, así que hizo caso omiso de mis peticiones.

Muñecas tuve y muchas, pero ninguna fue una Barbie, al grado que algún tiempo después unas vecinitas me vendieron una usada que yo amé… ya estaba toda despeinada y un poco maltrecha pero finalmente yo tuve una y fui feliz.

Muchos años después, ahora en el 2009 y en el Distrito Federal –ciudad donde actualmente radico- montaron una exhibición por los 50 años de la muñeca mas famosa.

Ahí me enteré del nombre de la primera que tuve; Crystal Barbie y fue elaborada en 1983.

Caminando en la pequeña sala dispuesta en el Museo Franz Mayer, me sentí como se sienten los hombres ante las grandes colecciones de Star Wars o de comics rarísimos, llena de emociones y recuerdos… por eso corrí a buscar la foto de aquella, mi primer Barbie.

Crónicas de una vieja histérica

Esa mera soy yo, quienes me han tratado saben que en esto si no exagero ni tantito. El caso es que la mugre Influenza Humana A H1N1 me tiene vuelta loca, porque además soy hipocondríaca.

Fue sólo cuestión de escuchar que había epidemia y que nos podíamos morir todos para que yo me encerrara en mi casa sin salir a nada, al grado de que si necesito algo de la tienda le pido a mi roomie El Escritor que salga el.

Ayer ya las cosas fueron muy lejos, ante la histeria, la hipocondría y el aburrimiento, decidí ponerme a hacer galletas de canela con almendra, pero a la hora de la hora no tenía la cantidad de mantequilla suficiente, así que le pedí que fuera por el ingrediente faltante, a lo que recibí como respuesta:

“¡Ya basta!... enfrenta tus miedos”

Lo pensé pero me negué a hacerlo en ese momento. Qué he de reconocer que yo me sentía de lo mas segura y confiada, dado a la presencia de mi amigo El Abogado que de muy buena gana aceptó venir a bajar mis niveles de estress, al hacerme compañía y platicar conmigo.

Para los que no viven en el DF, he de comentarles que cualquier cosa que uno quiera hacer, simple y sencillamente no se puede, todo está cerrado, no hay cine, no hay teatro, no hay restaurantes, bueno uno no puede si salir a caminar a Chapultepec o a Reforma.

El caso es que con la visita de mi amigo, ya estoy mas tranquila hoy ya me atreví a ir yo solita por las cosas a la tiendita de al lado, sin sentir que ya me habían contagiado no sólo de la Influenza Porcina, sino casi casi de Ébola.

Hoy, reporto que estoy tranquila y en espera de que unos amigos vengan a comer… espero seguir así.