lunes, 23 de marzo de 2009

Auxilio, Maxine Woodside me habla en sueños


Desde siempre he soñado y por lo regular con cosas que tienen que ver con el conciente.


Por lo regular son cosas muy extrañas, pero que tienen mucho significado en mi vida.

Por eso, es que estoy un poco “extrañada” con mis sueños a últimas fechas, porque ya van dos veces que sueño a Maxine Woodside, ¡oh si!, la mismísima, qué es mi vecina de cabina.

Siempre ando preguntando lo que significan mis sueños, porque nunca me había tomado el tiempo de investigar por mi misma.

Así que ayer, con tiempo y mucha ociosidad, mas provocada por lo raro del sueño que tuve, que por mero conocimiento.

Resulta que la primera ocasión que soñé a la Reina de la Radio, no sé porque situación estábamos en el mismo lugar y yo de apuntada le dije que se le vería mejor el peinado si se lo acomodaba de otro modo y procedí a cambiarlo a como yo consideraba que sería mejor…


Momentos después entra su peinador y le pregunta que si quien había hecho el cambio de lo que el había acomodado en perfectas condiciones en primera instancia.

Acto seguido comienza a pegarme la regañiza, junto con gritiza de mi vida por metiche.


En el sueño dos, se suponía que yo estaba en la sala de espera de Radiofórmula, justo en eso, en espera de pasar al programa “Todo para la mujer” para promocionar el negocio de mi amiga la empresaria.

En eso; tiembla, de forma trepidatoria, termina el temblor, todos estábamos bien. Sale Maxine y me pregunta que si ya estoy lista para pasar… y desperté.

Con esto, me queda claro que no debo cenar pesado, pero a mi amiga la Subdirectora de Revista, lo que le queda claro, dice ella, es que Maxine está en mi futuro, y según… algún día trabajaré con ella.


Con todo esto en mente y con mucho tiempo en mis manos, investigué en Internet el significado de los sueños.

Resulta que cuando uno sueña con un temblor, significa cambios, eventualidades, problemas y depende mucho de lo que pase con el movimiento telúrico también. Como en mi sueño nadie resultó herido ni dañado, significa que se resolverá para bien.


Y hoy, como a eso de las 2:30 de la tarde recibí la llamada de mi amigo el que me renta el departamento… debo dejarlo.

Después de cuatro años de vivir aquí, en los cuales 3 me rehusé a que fuera mi casa y uno más de adornarlo, al parecer el momento de cambiar de hogar ha llegado.


Por eso, al recibir el mensaje, brinco de mi silla y le digo a mi “roomie”… Ahí está el temblor.

domingo, 8 de marzo de 2009

A caminar...





Hoy 8 de marzo de 2009 por primera vez en mi vida participé en una “carrera” y la entrecomillo porque si, de hecho hubieron miles y miles de mujeres que si corrieron, pero yo, conociéndome, corrí 200 metros en lo que saludaba a Faisy y el resto de los 10 kilómetros los caminé.



Desde que me enteré de la actividad me dio mucha emoción porque además fue una carrera con causa, las ganancias estuvieron destinadas a la Fundación CIMAB que apoya a las mujeres con cáncer de mama.



Eran las 5:45 y el despertador sonó… estuve lista las 6:19 que mi amiga La Abogada estuvo por mi, pero no fue hasta las 8 con 9 minutos que se dio el disparo de salida.



Ya sinceramente desesperada por la voz aguda y los comentarios sin rumbo de Gaby Ramírez prendí el radio en La Z "Salvajemente grupera", justo, justo cuando se escuchaba la voz de Jenni Rivera:


“…lo mejor que te pasó, fue conocerme a tu edad, no te olvidarás


quien fui, eso lo puedo juraaaar… Inolvidable…”


Así que decidí que la selección musical de esa mañana estaría a cargo del 107.3, dónde además descubrí que ya hicieron su agosto en pleno marzo, regalando dinero a los radioescuchas “a nombre de Gael García Bernal”, por el gran éxito de “Quiero que me quieras”.


Además me di cuenta que los de Pesado están en "crisis creativa"… por así decirlo… siempre hemos escuchado como con singular alegría nos cantan a toooodas las mujercitas hasta de que nos vamos a morir y ahora me salieron con la jotería de “..cambio y fuera… y fuera de aquí”, buuuuuuuuu. No me gustó.

Lo que si me gustó fue ver la cantidad de hombres que apoyan a sus mujeres, desde el que se despertó mas a fuerzas que de ganas para acompañar a la dueña de sus quincenas, hasta el que corrió a su lado sin importarle que no estuviera oficialmente en la carrera.


Un caso en particular que me llamó la atención fue el de un hombre que se puso peluca y portó camiseta de la carrera, con número y todo.


El corrió los 10 kilómetros de espaldas y frente a su mujer, ella rellenita sobre todo de la cintura para abajo, era visible que le costaba trabajo mantener el paso, pero el ánimo era imposible que lo perdiera, pues le tomaba fotos, le decía palabras alentadoras… a ellos los perdí como en el kilómetro 2.5, pero mas tarde los vi cruzar la meta.


Mas adelante en el Km. 7, el insistente voltear de una señora de canas, que pidió la camiseta mas grande y le quedaba a manera de vestido, de muy buen humor y mejor disposición, me hizo preguntarle ¿qué buscaba?.


Ella con sonrisa en pleno me contestó que a una amiga, porque había asistido con su nuera, pero ella si corrió, entonces ya la había perdido pero de su amiga no tenía ni la menor idea.


Así siguió por un momento la conversación porque la pasé… más adelante que le corre y me pasa y así estuvimos por los últimos 3 Km. Hasta que Yolanda Freyre (su nombre) atravesó la meta 3 minutos antes que yo, que llegué una hora 42 minutos después del banderazo de salida.


Dentro de mi experiencia, le comenté a mi amiga La Abogada, que por fuerza de ir recorriendo el mismo camino, lo único que ves es la parte posterior de las corredoras, lo cual no solo me permitió ver los diferentes colores de tinte que muchas usan, o la cantidad de peroxido que se ha comprado en el país.


También pude observar que todas tenemos el trasero diferente, ninguno se parecía... lo cual me hizo caer en cuenta que son como la lengua del ser humano o las huellas digitales, únicos e irrepetibles, como todas nosotras.

sábado, 7 de marzo de 2009

Historias de fans

Como reportera de espectáculos una de las cosas con las que se tiene que lidiar muchas veces es, que quieras conseguir una declaración “banquetera” y que haya un fan del famoso impidiendo tu trabajo.

La cosa se complica cuando el numerito está montado a manera de alfombra roja (azul, verde, rosa o incluso de petate como la de “Santos Peregrinos”), en la que el área de prensa está delimitada para dividir el espacio entre el famoso y la prensa, pero no entre la prensa y los fans, de manera que estos últimos entran y toman por asalto los espacios que necesitamos para trabajar…

Este compartir espacio siempre te lleva a escuchar cosas como: “¿y, ese quién es?... ¡aaaaah!.... ¿y que hace?, ¿en que ha salido?”, total, muchas veces no saben ni quien es, pero como ven que se les toma foto, pues ahí están.

Pero anoche en la alfombra azul de los 15 años de Discovery en México. El turno en las entrevistas era de Juan Manuel Bernal.

Una señora que vio luces se acercó para intentar tener una foto, bajo la solicitud de “Guerito… ey guerito… voltea guerito… ay el guerito…. GUERITOOO”, obvio nunca volteó.

Momentos después cuatro chicas de baja estatura se pararon detrás de mi, parada de puntitas una de ellas logra ver el rostro de Bernal y voltea toda emocionada a tener este diálogo con otra de las de grupo:




- “Aaaay es tu novio”
- ¿Cuál novio?
- Pues Juan Manuel Bernal…
- ¿Y ese quién es?


Y con una seguridad en si misma, impresionante le contesta:
- Pues el hermano de Gael García

Me cae que si lloré de la risa.



martes, 3 de marzo de 2009

Crueldad entre hermanos


Ya tengo varios días que me acuerdo de una anécdota que mi Mamá cuenta con singular alegría.



A decir verdad yo no lo recuerdo, pero si suena a algo que yo le hice a mi hermano.



Cuenta mi Mamá que una tarde de otoño, cuando yo tenía aproximadamente 4 años y mi hermano 6.



Ellos dos estaban viendo la televisión, tranquila y plácidamente, cuando de repente entro al cuarto y me le dejo ir a los golpes a El Negro (mi hermano).



Mi mamá me detuvo de las muñecas y me preguntó porque lo hacía, que si el me había pegado primero.



Mi respuesta fue contundente…


“No, pero por si pensaba hacerlo”.



Lo cual que me lleva a recordar una anécdota de una amiga que al igual que yo es la única hija mujer, nada mas que a ella le tocó más pues tiene no uno sino dos hermanos.



Por lo regular a ellos no les gustaba jugar con nosotras, al menos en mi caso, cuando mi Mamá solicitaba tal cosa a El Negro, este siempre se rehusaba.



Platicando con mi amiga La Empresaria, me di cuenta que a ella le pasaba lo mismo y me compartió que en una ocasión su mamá obligó a sus dos hermanos a jugar con ella.



Por alguna razón, la mamá se alejó de donde estaban jugando y cuando regresó se encontró a mi amiga sentada en una silla, afuera de la habitación donde los otros dos jugaban.



Al entrar la mamá, molesta porque no se había seguido su orden, el mas grande de los niños repeló porque su hermanita, si estaba jugando.



Cuando la mamá preguntó que si como era eso posible porque ellos dos estaban adentro y ella afuera, el contestó:



“Estamos jugando al doctor y ella está en la sala de espera”