lunes, 20 de abril de 2009

Todo por una gordita de chicharrón

“Eres una maricona” fue lo que me dijo mi amigo Fernando cuando le conté lo que me sucedió el viernes en el mercado de enfrente de mi casa.

Resulta que regresando de la radio decidí comer una rica y suculenta gordita de chicharrón, buenísima pa’ la dieta.

El caso es que yo con mi usual cara lavada, disfrutaba del mencionado alimento cuando volteo y veo que un hombre alto, delgado y bastante bien parecido, vestido de pantalón de mezclilla, camisa azul con rallas blancas desfajada y zapatos y cinturón café, se acercaba.
Pasó por donde yo estaba y se alejó, mientras yo me decía a mi misma… “Oh, si, ¿cómo no?”.
Un rato después pasa y me dice “provecho” yo contesté que gracias y volteé a sonreír, el –que seguía caminando en dirección contraria a mi- se me quedó viendo con cierta familiaridad.
De tal forma que se regresó y ya que estaba cerca, le dije que me estaba confundiendo con alguien mas.
El con una sonrisa hermosa y una disposición que sólo un extranjero tiene en la Ciudad de México, me preguntó que si podía sentarse a mi lado, yo asentí y comenzó la breve charla.
“Te confundí con una amiga española” –¡ajá!, pensé, ni al caso- “¿Eres mexicana… trabajas aquí?”.
¡OH NO!… me pensé... este quiere la residencia mexicana, o ya de muy perdida quiere la FM3.
Me explicó que era portugués y que también trabajaba aquí en México, quiero suponer que se refería a las inmediaciones de donde nos encontrábamos.
La verdad es que me dio miedo, mas por todo las historias que escuchamos de extranjeros guapos en esta ciudad.
He de reconocer que la sonrisa era maravillosa y estaba, bastante bien el hombre… así, con todo eso me dijo: “¿No quieres ir a tomar un café?”, sonreí, me mordí la trenza, me agaché y contesté que no, que gracias, sonreí y volví a levantar la cara.
Estoy segura que me dijo algo mas, pero no lo recuerdo, me cae que no lo recuerdo. El al ver mi cara de duda, me dijo “¿segura?”… -tragué grueso y contesté- “si, segura”.
Y así me quedé con mi seguridad, viendo como se alejaba después de decirme… “ok que estés bien entonces”.
CHALE, mejor hubiera comido en casa.

7 comentarios:

Ricardo Hernández dijo...

Jajajaja... mira Tocaya, recuerda que por algo pasan las cosas, si no te fuiste con el fulano fue por algo... por mensa! Jajaja... naaa, no es cierto. Usté confíe en su instinto y siempre saldrá avante.
;)

Larissa dijo...

POR ESO ESTÁS SOOOOOOOOLAAAA!!! jajajaja... le hubieras dado tu e-mail y que el te diera el suyo... y pos a investigar se ha dicho! capaz que de verdad quería todo contigo y tu dejándolo ir! Neeeeenaaa! pero qué pasa????? Te habla un hombre y lo dejaste ir! jeje

Anónimo dijo...

Isa Teresa Refugio del Buen Pastor:

Creo que estás viendo demasiada televisión y tienes grabado en tu mente el anuncio ese de ¨cuidate a ti mismo y cuéntalo a quien más confianza le tengas¨. En fin, ya alcanzas el timbre y sabes lo que haces; sin embargo, no quisiera estar en tus zapatos ya que después de esto, no vas a poder sacar de tu casa a tres amiguitas que tenemos en común que no conocen más que a diableros de la central de abastos y repartidores de agua electropura. Cuando se enteren que un portugués guapo anda por tu colonia, los vas a alucinar!

Liliana dijo...

Liliana:

Gina dijo...

Amiga!!! Que sucedio?? si no para tí por lo menos apiádate de las amigas!! Me encantó tu post, me hizo reír muchísimo en mi bonito horiario laboral. TQM.

Isacielo dijo...

Hola tocaya. He estado leyendo tu blog y me encanta!!!! Felcidades. Quisiera perguntarte, donde fuiste a comer la gordita?? Direccion exacta por favor!!! jajaja Un beso

α∂яιαииα dijo...

jajaja que bueno que no te fuiste.. La verdad este 6to sentido de nosotras las mujeres es muy certero.. haces bien en confiar en el...
Hiciste bien nena...