Viernes por la mañana, después de la hojalatería y pintura que recibí en TV Azteca para estar lista y grabar "Caiga quien Caiga", llegué un poco temprano a la radio. Así que me dispuse a ir por un café, ya ahí un hombre joven que hacia fila justo delante de mi, me llamó la atención que volteaba y se sonreía, a mi obviamente se me hizo raro, mas viviendo en la ciudad más grande del mundo y con mas peligros en gente desconocida… decidí no hacer caso, pero el seguía volteando… puse mi cara de mas mala que encontré, pero aún así seguía volteando… unas cuantas personas antes de la caja voltea y me enseña un vale para café, accedí a tomar la promoción con el, pensando nuevamente que quería que participara de la misma para que yo pagara el café de los dos, cual sería mi sorpresa que yo pedí un café mas caro que el de el y el pagó el café por los dos… me sentí profundamente apenada, sonreí apenada, me percaté de que portaba argolla de matrimonio así que no supe que hacer, si le hacía la plática me vería mal pues era un hombre casado, si no me vería grosera, así que como pocas veces en la vida no supe que hacer, solo me pare a su lado esperando mi café y sonriendo tímidamente como lo hacen las mujeres asiáticas, no lo recuerdo bien pero creo que hasta baje la cabeza, que horror, que triste que no sepa como actuar en una situación como esta.
Para lo malo si estoy preparada pero para lo bueno no… que triste mi caso
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