martes, 30 de junio de 2009

Almas gemelas





Hoy haré la confesión de uno de mis placeres más culposos, amo escuchar a El Trono de México que no son mas que una agrupación de pasito duranguense, que según me platicaban en “Mexicanas Mujeres de valor” son originarios de un lugar llamado San Miguel de Los Plátanos en el estado de México.

Por lo que me han contado, en el norte del país –de donde soy originaria- no ha tenido tanto éxito como en el centro-sur de la República Mexicana, ya que en el DF la Que Buena y la Z, tocan éste “género” incansablemente, junto con las cumbias, salsa y reggeaton (que por cierto también me gusta).

El caso es que tengo un sensor que se activa en cuanto escucho la voz del vocalista e inevitablemente digo… El Trono jejeje. Ayer en el mencionado evento, tuve cómplices así que bailamos cual enanas la de la disquera y yo.

Pero a lo que voy con todo esto de mi placer culposo es que una de las letras de las canciones de estos hombres me llama la atención por como plantea su situación… muy cómoda por cierto.

La canción en cuestión se llama “Almas gemelas”, me cae de botana pero no dejo de darme cuenta de las incongruencias en las que cae.

“No sé a que hora fue que te olvidé, en donde te perdí no lo sé, tal vez fue inconcientemente, no lo sé exactamente, me bastó mirar sus ojos y borrar… tu imagen”

Así empieza la canción, contradiciéndose… porque primero le dice que no sabe a que hora la olvido y luego remata diciendo que en cuanto vio a los ojos a la otra… zaz, borró la imagen de la primera.

Osea, ¿cómo?, se acuerda o no se acuerda… cuanta incongruencia, porque si no sabe a que hora fue que la olvidó ni dónde la dejó, como que tiene muy claro muchas cosas.

Para empezar que con besar a la otra, se borró la imagen de quien dice querer. Pero para agregarle aún más. El tipo todavía canta la canción echándole la culpa a la otra en cuestión.

Porque asegura que “sin decir una palabra ya casi era mía, a primera vista se que es el amor, ella hizo de las suyas y de nuevo me atrapo”, ay si, pobre indefenso que no pudo hacer nada por su existencia… lo atraparon… ajá.

martes, 16 de junio de 2009

Mis entenadas...


Al llegar al departamento en el que vivo –hace ya cuatro años- me rehusaba a decorarlo o a darle el toque de hogar, esto incluía por supuesto tener plantas.

A decir verdad, no estoy acostumbrada a cuidar de plantas, lo he hecho con más frecuencia desde que vivo en el DF, pero me cuesta mucho trabajo, a pesar de que en esta ciudad tiene muy buen clima.

Desde hace, aproximadamente un mes y medio soy responsable de preservar la vida de 5 de las hijas de La Franco. Verán… explico.

Resulta que mi querida amiga La Franco, regresó a vivir a Tijuana después de dos años de vivir en la capital del país, donde ella si hizo de del departamento donde vivió un lugar con ambiente hogareño.


Cuando me informó que se iba, me preguntó que si que quería de sus cosas, lo primero en lo que pensé fue en sus plantas, porque ella, a diferencia de mí, si tiene una mano maravillosa, con ella florecen y permanecen hermosas.

De hecho el marido de La Franco asegura que en su casa de Tijuana tienen un bosque verde, verde, verde, donde mi amiga es feliz cuidando plantitas y dándoles mucho amor.

He de reconocer que antes de las heredadas hijas que ahora adornan la sala y una parte del pasillo de mi departamento, tuve plantas, dos o tres de las cuales, solo subsiste una, pero está hermosa.


Si, ya sé que eso no habla nada bien de mi y si yo fuera mi amiga no me hubiera dejado las plantitas a mi, pero para que vean que voy mejorando y para muestra, las fotos.

Amiga… gracias por dejarme un poquito de tu paso por el DF, que está cargado de cariño, prometo que las seguiré cuidando, pero sobretodo gracias por ayudarme a que mi espacio tenga mas apariencia de hogar.

lunes, 15 de junio de 2009

Me hubieran avisado antes


Me cae que si... ok... yo no soy católica y por eso es que no lo sabía, pero ahora que conocí que se hace el 13 de febrero me divierte mucho.

Resulta que éste particular día las mujeres solteras que profesan la religión católica tienen una actividad, a mi ver, muy divertida.

Resulta que el 13 de junio (además de ser cumpleaños de mi amadísimo amigo Fernando Rivero) es día de San Antonio, si, ese que si lo pones de cabeza te consigue novio.

Como este año cayó en sábado, festejamos el onomástico de mi amigo el mismo día, en la reunión fue donde me enteré de tan curiosa tradición, resulta que este santo tiene incluso una iglesia en Michoacán a donde acuden ORDAS de mujeres para pedir el milagro de marido.

Si ya sé, los hombres pensarán, bola de viejas necesitadas… ya que. En serio que si yo fuera católica, eso sería lo único que me detendría de ir a visitar al santo en cuestión, que me vieran haciendo fila para llegar hasta el altar del mencionado, que vergüenza.

Pero bueno, en dicha reunión me informaron que para hacer que el milagro de conseguir novio sea mas rápido o de plano para que funcione, es necesario llevar 13 monedas de igual denominación a San Antonio.

Estas deberán ser recolectadas un día anterior (pero según mi amiga Liliana puede ser incluso el mismo día y a la entrada de la iglesia, que da lo mismo) de manos de 13 hombres diferentes.

Además de que, quien va a solicitar “el milagrito” debe ser sumamente específica, lo quiero de 1.80, tez clara, trabajador, inteligente, etc, etc.

Una vez con la lista y las monedas en mano, se llevan a depositar en el altar de San Antonio y ahora si, esperar que suceda lo que se pide… eso si, NADIE me explicó cuanto tiempo se espera la respuesta.

Tampoco me dijeron, si no se te cumple el tener novio en el transcurso de un año ¿tienes que repetir el numerito de las 13 monedas al año siguiente?.
Me cae que por puro deporte a mi me gustaría hacerlo y ver como pasan ante los ojos de tantas mujeres la esperanza de encontrar al hombre de su vida… o de plano, ya aunque sea marido.

lunes, 8 de junio de 2009

Y yo creí que a mi me había ido mal

De niña, mi único hermano, que es mayor sólo dos años y medio, solía decirme que yo no era de la familia, que me diera cuenta como todos son morenos y yo no tanto, que a mi no se me marcan los hoyuelos en las mejillas como a ellos, entre otras cosas.

Como todos los hermanos mayores, me decía que me habían recogido, que me habían adoptado… claro, hasta aquí la historia es similar a la de todos los que somos los hijos menores.

Pero la tortura de mi hermano iba mas allá, porque a unas cuadras de la casa aún existe un orfanato llamado Pacelli, entonces tuvo a bien decirme que mi mamá había ido por mi a esa institución.

No recuerdo bien si tenía 8 ó 9 años, así que yo crédula, lloraba ante la duda de si lo que me decía mi hermano mayor, realmente había pasado… hasta que me enteré que la institución sólo provee hogar temporal a varones…

Me he acordado de esta anécdota porque conocí la historia de Rubén, un hombre divertidísimo pero sobretodo noble. El que es cinco años menor que su hermana, si supo lo que es la tortura psicológica de una hermana mayor.

El si que tiene probado lo que es sufrir a manos de su hermana de 10 años, cuando el sólo tenía 5, pues el pobre Rubén tenía una voz tenue y casi inaudible en un ambiente donde su mamá cocinaba y hacía varias cosas al mismo tiempo.

La canija hermana, sabiendo de las condiciones dadas, le decía:


“Tu no existes, sólo yo te veo… si no me crees, háblale a mi mamá,

verás que no te hace caso, porque no te ve”

Obvio que el pequeño niño lo intentaba:

“Mamá, ¿qué estás haciendo de comer?”

No obtenía respuesta, con lo que la hermana aprovechaba para reafirma su hipótesis…

“Ya ves… no te ve… no existes”

El pequeño le pedía que ella le hablara para comprobar si era cierto, si a ella si le hacía caso. Ella sabiendo de la mente ocupada de la creadora de sus días le hablaba con voz firme y por supuesto obtenía respuesta, sólo para voltear a ver a su hermano y repetir…


“No existes”

Pobre, a el si que le fue mal…