Hoy no tuve más
remedio que reírme de mi misma, en la víspera de mi cumpleaños 40, mientras
recorría los pasillos del super, me topé con una novedad, lo tomé y lo giré
para leer el contenido y ZAZ tuve que alejar el brazo para poder enfocar.
Si, justo ese
movimiento que solo las personas de “cierta edad” hacen (mos), ese de intentar
leer algo a la distancia que usualmente lo hacíamos percatarnos que ya no
funciona y cual lente de cámara mover el objeto hasta que las letras finalmente
tomen nitidez.
La verdad el
primer instante me dio tristeza, luego reflexioné en los 40 y me dije a mi
misma, ya que… Comencé a hacer el recuento de los daños; tengo canas pero
pocas, tengo arrugas pero pocas, me puedo agachar y levantarme sin pujar.
Es más ayer me
sorprendí a mi misma brincando para subirme a una bardita y bajándome de un
brinco sin que me dolieran las rodillas… Neta si lo sentí como triunfo jajaja
El asunto es que
hasta el momento me he dedicado a ver los toros desde la barrera, a vivir en un
ambiente donde la edad se va desmaquillando, porque “X somos chavos”, la
realidad es que a partir de ahora no hay argumento que me sea válido para
rebatir que me digan señora.
Como hace unos
meses una sobrina me dijo señora y casi me da un paro cardiaco de la impresión,
ella se me quedó viendo consternada para después espetarme en la cara un: “Tía,
pero si ya eres señora”, no tuve palabras ni para decirle que tenía razón, solo
atiné a llevarme la mano al pecho en señal de que se me iba el aire. Ella no me
puso mayor atención.
La verdad es que
ya llego al cuarto piso (como dicen en
la CDMX), hay muchas cosas que nunca me imaginé que me pasarían a esta edad y
otras tantas que las anhelé y las disfruto mucho… Por lo pronto, FELIZ
CUMPLEAÑOS A MI.
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